Adolfo Rossi: viajero italiano, cónsul en Rosario

Los grandes procesos de emigración dejaron, sin lugar a dudas, historias interesantes en todo el mundo. Hoy vamos a hablar sobre la vida de Adolfo Rossi, quien fuera Cónsul de Italia en Rosario en la década de 1910. Desde su emigración con nada en sus bolsillos hacia Estados Unidos y su trabajo como periodista, hasta su labor como inspector viajante y, posteriormente, diplomático. Estas vueltas de la vida de Rossi lo convierten en un personaje intrigante de aquellos años tumultuosos.

Vida de Adolfo Rossi en Italia y viaje a Estados Unidos

Rossi nació en Lendinara, provincia de Rovigo, en la región de Venecia, cuando transcurría el año 1857. Criado en el seno de una familia pobre, Adolfo no pudo costearse los estudios y se dedicó al trabajo en el servicio postal. Con tan solo 22 años, decide viajar a Estados Unidos para probar suerte, como tantos otros italianos. Se asienta en Nueva York, donde trabaja en distintos lugares para poder sobrevivir, teniendo la dificultad de no conocer el inglés. Finalmente logra conseguir un puesto en Il Progresso Italo-Americano, diario estadounidense escrito en italiano que era muy leído por los inmigrantes de la península. Es interesante especificar que este diario, si bien no existe hoy en día, derivó en el actual cotidiano America Oggi.

Carrera como periodista

Rossi logró comprender rápidamente las técnicas de escritura periodística. Su objetividad y su capacidad para ser conciso en sus palabras, lo llevaron a asentarse como redactor en Il Progresso Italo-Americano. Sus colegas lo consideraban un joven trabajador, práctico y conocedor. Estas cualidades permitieron que destaque en la actividad, la cual siguió practicando por muchos años. A finales del siglo XIX, decide viajar a Italia donde obtiene lugares importantes en diferentes diarios. Fue director de la Sera di Milano, codirector del Secolo XIX de Génova y director del Corriere della Sera. En este último periódico, fue redactor en jefe, puesto que demostraba su importancia como periodista. Viajó en numerosas ocasiones a Eritrea, por ese momento colonia italiana en África. Su posición crítica frente a la administración italiana le valieron la expulsión de aquel país.

Adolfo Rossi como corresponsal de guerra

Si bien todavía no se asomaba la Primera Guerra Mundial, en aquellos años, Europa y el mundo vivían una etapa de conflictos. Debido a esta situación, los periódicos comenzaron a emplear periodistas para que reporten los sucedido en las zonas de guerra. El oriundo de Veneto fue el primer corresponsal de guerra del Corriere della Sera, lo cual destacó aún más su labor. Rossi trabajó en distintos sectores en conflicto como Eritrea, Sudáfrica, los Balcanes, España, Alemania, entre otros. Su trabajo fue pionero y llevó a que muchos se interesaran en su experiencia. Sobre esta nuevo trabajo, Rossi dio numerosas conferencias, las cuales la hicieron muy conocido en el mundo del periodismo Europeo.

Carrera como inspector y Cónsul

A pesar de que su carrera en el periodismo había sido exitosa, el espíritu inquieto de Adolfo lo llevó a otros destinos. Contando con 45 años, ingresa en el Ministerio del Exterior como inspector viajante. Su tarea era la de observar y reportar la situación de los emigrados en distintos lugares del mundo. Si bien no se conoce con exactitud por qué decidió desarrollarse en esta nueva profesión, es posible que la elección se diera por la pasión que tenía de descubrir el mundo. A esto se le suma que, al ser él mismo un emigrante, podía conocer mejor los problemas de sus compatriotas. Luego de algunos años, teniendo en cuenta su buen desempeño en la labor, fue ascendido a cónsul, cargo que desempeñó en diferentes países.

Consul en Rosario

Adolfo Rossi fue el representante diplomático de Italia en distintas naciones. Primero trabajó en los Estados Unidos, más específicamente en la ciudad de Denver. Luego, fue enviado a nuestro país, instalándose en la ciudad de Rosario. En sus últimos años, se desempeñó como cónsul en Paraguay, para finalmente viajar a Buenos Aires, ciudad donde falleció. Su trabajo en Rosario tuvo la particularidad de ser más demandante que en otras ciudades. Esto es de esta manera porque se le encomendó una labor similar a la que realizaba cuando era inspector. Rossi recorrió toda la Circunscripción Consular en 1913, que incluía además de la provincia de Santa Fe, a Entre Ríos y Chaco. El periodista italiano registró la situación de sus compatriotas desde Resistencia a Rosario.

El reporte de Adolfo Rossi

Lo que vio en la provincia le dejó un sabor agridulce y lo llevó a repensar el proceso de emigración. Adolfo Rossi definió la situación utilizando como metáfora al célebre “Infierno” de Dante. Según su mirada, había algunos italianos que vivían en un paraíso. Estos eran quienes llegaron primeros y consiguieron tierras que se valorizaron con el tiempo. Luego, estaban los compatriotas que habitaban el purgatorio, los cuales tenían ingresos que les permitían vivir pero que pagaban alquileres altísimos. Y, finalmente, estaban aquellos que vivían en el infierno. italianos sin lugar para vivir, sin dinero y casi sin esperanzas. El reporte de Rossi se encuentra completo en el libro del profesor Gianpaolo Romanato, L’Italia della vergogna nelle cronache di Adolfo Rossi. Romanato, que es es el principal biógrafo de Adolfo Rossi, participó en una conferencia en el Consulado de Rosario junto a la Familia Veneta, en el año 2013.

Rossi pensaba que no se debía continuar con la emigración descontrolada, ya que Italia estaba empujando a sus hijos hacia una situación miserable. Había que hacerse cargo de todas esas personas, de aquellos que viajaron para encontrar una vida mejor. Por esta razón, Adolfo Rossi creía fundamental mejorar el sistema educativo italiano. Como Italia no tenía los recursos para ayudar a quienes emigraban, lo mejor sería que estos viajaran con conocimientos que les permitieran desarrollarse en el exterior. Esto permitiría que el mal pasar se alivie un poco y que pudieran vivir con dignidad.

Agradecemos los aportes, recomendaciones y correcciones a esta nota realizadas por Mariano Gazzola, presidente de la Familia Veneta.