Hoy se celebra en Argentina el Día del Panadero. Tal conmemoración, originalmente, nació como el Día Nacional del Obrero Panadero. Esto se debe a que el 4 de agosto de 1887, nació el primer sindicato de panaderos del país. Posteriormente, en 1957, el Congreso de la Nación oficializó la fecha como Día Nacional del Panadero. En esta nota, desde itRosario, te contamos no solo sobre el origen de esta jornada, sino también algunas curiosidades ideológicas de los fundadores del gremio.
Día Nacional del Obrero Panadero
En el Día del Panadero, en realidad se alude al Día Nacional del Obrero Panadero. Lo que se conmemora es la creación de la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos. Tal acontecimiento sucedió en 1857, de la mano de Errico Malatesta y Ettore Mattei, dos importantes figuras del pensamiento anárquico.
Los inicios del Día Nacional del Obrero Panadero
Errico Malatesta fue un anarquista italiano nacido en la región de Campania en 1833. Educado en la Universidad de Nápoles Federico II, es considerado uno de los principales exponentes y teóricos del anarquismo moderno. Sus ideales lo llevaron a viajar y a impulsar su visión en varios países del mundo. Sin embargo, en 1885 tuvo que escaparse del continente europeo para evitar su persecución. Así, decidió venir a la Argentina. Aquí, creó la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos junto a Ettore Mattei.
En su corta estadía en nuestro país, Malatesta fue el encargado de redactar los estatutos del sindicato. Además, promovió la organización del proletariado. Y se introdujo en fuertes luchas ideológicas con anarquistas individualistas. Por su parte, Mattei fue secretario gerente del gremio y el jefe redactor de su órgano difusor: el periódico “El Obrero Panadero”. El mismo se editó entre los años 1894 y 1930.
El estatuto
El estatuto, que, como ya mencionamos antes, redactó Malatesta, destaca la visión del sindicato como órgano de resistencia y solidaridad de clase. Una característica del escrito es que el único elemento con tonalidad anarquista aparece en el artículo número 7, cuando menciona que “esta sociedad no debe inmiscuirse en cuestiones políticas”. Por último, cabe destacar que tal estatuto sirvió de modelo a muchos otros creados en esa década por militantes anarquistas.
El origen anárquico de las facturas
La forma en la que actualmente llamamos y conocemos a las diversas facturas tiene un origen que se remonta al 1888. Tal año, los panaderos ya organizados iniciaron una huelga que duró más de 15 días. Durante esa protesta, decidieron dejar en claro sus reclamos y visibilizarlos. ¿Cómo? Renombrando distintos productos de tal forma que hagan alusión a críticas contra la iglesia, los militares y la policiales. Por ejemplo, los sacramentos indican una burla a la iglesia católica. Las bolas de fraile o suspiro de monja recibieron tal nombre con el fin de ironizar a los curas y las hermanas. Las bombas expresan una burla directa contra el ejército, y los vigilantes, a la fuerza policial. Los cañoncitos hacen referencia a los cañones del ejército. Por último, las cremonas, que en su forma se asemejan a una fila pegada de letras “A”, revelan el símbolo del anarquismo.
