El próximo domingo 18 de agosto a las 20 h se llevará a cabo un concierto de órgano en la Catedral de Paraná. Conversamos con el principal protagonista del evento: el organista Franco Mangarella.
En esta nota, nos cuenta cómo vive su carrera como organista en Argentina y nos adelanta todo sobre el programa del concierto.
Siracusa: sus orígenes
Franco Mangarella tiene 29 años. Es descendiente de italianos: toda su familia pertenece a la provincia de Siracusa, Sicilia. Comenzaron a llegar en el año 1936 a la Argentina. Primero sus bisabuelos, luego el resto de su familia. “En Argentina, se casaron la mayoría entre conocidos de los mismos pueblos, como los Rametta, los Alicata. ¡Somos todos parientes!”
El legado de su familia italiana
“Zia Santina le enseñó a cocinar a mamá (que no tiene orígenes italianos) los tagliatelle caseros. Tía Santina Rametta está casada con un hermano de mi abuelo, y mamá recuerda cómo a veces hacían comentarios en siciliano para evitar que los demás comprendieran lo que decían.
Cuando mis papás eran recién casados iban todos los fines de semana a la casa de tía Santina, que vive aún en Aguilares, al sur de la Provincia de Tucumán, donde hay una gran cantidad de italianos provenientes del sur de Italia. Se trasladaron a Tucumán principalmente por la similitud de los paisajes y la fertilidad de la tierra para el cultivo de los cítricos”, cuenta.
Además de lo heredado de su familia, Franco también formaba parte del grupo de música folclórica siciliana de la Asociación siciliana de Tucumán durante la adolescencia. Participaba de todas las actividades de la sociedad italiana de Tucumán y aprendió el dialecto siciliano junto a los mayores de la asociación.
¿Cuándo iniciaste tu carrera como organista?
“Comencé mis estudios musicales a los 18 años en el Conservatorio Provincial de Música en Tucumán, en la carrera de piano. Aunque desde los 13 años estudiaba en el colegio con mi profesor de música. A los 13 años, oí por primera vez el órgano de tubos de la catedral de Tucumán, y el sonido de me fascinó. Desde entonces, supe que era mi instrumento, y comencé a estudiar a los 16 años con el organista titular de la Catedral, Pablo Paverini, que continúa con su oficio de organista y también mantiene el órgano, con mucho sacrificio y dedicación”.
A los 16 años, Franco Mangarella comenzó a tocar en los casamientos, en los oficios litúrgicos, y a dar sus primeros pasos en las obras para órgano.
Nos cuenta que a la edad de 23, se mudó a La Plata, ya que en en Tucumán la cátedra de órgano no existe hasta el día de hoy.
“Comencé a estudiar con la profesora Lucía Wolcan, que fué una de las primeras alumnas de órgano en el conservatorio Gilardo Gilardi, del que luego sería directora. Al día de hoy, continúo estudiando con ella, que me aconseja, me corrige y me alienta. Si bien actualmente no me dedico en totalidad a la música, sigo en contacto con los organistas platenses, participo de las actividades organizadas por ellos y de vez en cuando surge algún concierto en el que me invitan a tocar”, cuenta.
¿Cómo se vive la música de órgano en Argentina?
Franco Mangarella responde que, en realidad, la música de órgano en Argentina no ha decaído, si se considera la cantidad órganos que existen, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Hace poco, se instaló un importante instrumento en el Centro Cultural Kirchner, se restauran instrumentos y se ofrecen conciertos. Existen organistas de lujo, de origen italiano incluso, como el maestro Rimoldi y Caparra, entre otros. Hay muchos organistas jóvenes, con mucho talento, lo que asegura el futuro de la actividad organística en nuestro país.
Franco Mangarella: las dificultades de ser organista
“En nuestro país, se considera al órgano como un instrumento de música sacra, exclusivamente. La mayoría de los órganos se encuentran en las iglesias, donde sin duda en otro tiempo fueron parte esencial de las celebraciones litúrgicas; cosa que en la actualidad no sucede, y los instrumentos se encuentran en desuso, arruinándose con el pasar de los años.
La Iglesia, en otro tiempo, fué una institución que propiciaba el arte de calidad, en todos sus aspectos, cosa muy edificante y provechosa, especialmente para la gente humilde que no podía asistir al Colón, o aquellos que podían iniciarse en los estudios musicales en el ámbito de la iglesia, con un órgano o armonio. Cabe destacar que Piazzolla compuso mucha música en un armonio que le prestaba un cura”.
“No quiero generalizar, pero son contadas las excepciones en las que una iglesia hoy en día propicie la música de órgano; un gran problema, ya que como dije antes, la mayoría de los instrumentos de Argentina están en las iglesias, y los organistas no podemos darnos el lujo de tener uno en casa”.
Otro problema importante es que la formación musical desde la escuela primaria es muy precaria. “Se minimiza la importancia del estudio de la música, del estudio en serio. Muchos mayores recuerdan que en su paso por la escuela aprendieron muy bien lo esencial de la música. Los colegios y escuelas tenían coros de calidad, instrumentos diversos, se aprendía a leer música, se desarrollaba la percepción auditiva, entre otras cosas”.
Concierto de órgano en Paraná
El concierto está organizado por la Fundación Mariano Moreno de la ciudad de Paraná. La fundación organiza ciclos anuales de conferencias, conciertos de todo tipo de instrumentos y de órgano en particular, ya que la catedral de Paraná posee un órgano alemán de tres teclados manuales, pedal y sistema de transmisión electromagnética, con 238 controles de registros, más de mil tubos sonoros de estética romántica. “Lo único que funciona con electricidad es el sistema de comandos y la turbina que provee de aire a los fuelles, porque el órgano es un instrumento de viento”, detalla Franco.
El concierto está auspiciado, además, por el Consulado General de Italia en Rosario y por el Comune de Palermo, Sicilia, ya que hay un proyecto de hermanamiento entre Palermo y Paraná.
El programa del concierto abarca noventa minutos aproximadamente, en los que Franco Mangarella ejecutará obras de autores alemanes y franceses, del período barroco, romántico y del siglo XX. “Además, incluí el Pastorale in Do Maggiore de Domenico Zipoli, compositor italiano fallecido y sepultado en Córdoba en el año 1573. Antes de la obra final ejecutaré una breve pieza de Ángel Colabella, organista, compositor y fundador de la cátedra de órgano de La Plata”.
PhotoCredit imagen de portada: Casia Victoria Moneta Stanganelli
