Hay un vuelo directo y sumamente delicioso que conecta Rosario e Italia sin escalas. Nuestra ciudad es la Capital Nacional del Helado Artesanal y, caminar sus calles, lo deja en evidencia dada la diversidad y la variada oferta de heladerías. Fue declarada como tal el 13 de febrero 1999 por el Congreso de la Nación bajo el decreto N° 86/99 y es, sin dudas, uno de nuestros más grandes y dulces orgullos. Para los rosarinos, degustar un helado es mucho más que eso, es saborear y descubrir historia.
Un poquito de historia
Se cuenta que los romanos ya fabricaban su versión de helado en base a hielo, frutas, miel y especias. Esta sería la fórmula de base que con el tiempo fue evolucionando hasta dar con la tradicional receta del gelato italiano. Francesco Procopio dei Coltelli, un reconocido cocinero nacido en Sicilia, es a quien se le adjudicó el título de “papá del helado”. Desde temprana edad, fabricaba sorbetes tal como lo hacían los antiguos romanos. En 1660, el abuelo de Procopio le dejó como herencia la construcción de las primeras máquinas para fabricar helado a gran escala, y fue este paso en su vida el que le abrió las puertas a la conquista del mercado francés, permitiéndole así tener su propio café. “Le Procope” pasó a la historia como la primer cafetería moderna y más antigua de París.
Con la llegada de los inmigrantes italianos, la receta llega a nuestro país, aunque según el historiador Daniel Balmaceda, en su libro La comida en la historia argentina, “los registros más antiguos que se conocen corresponden a la zona de Cuyo porque está cerca del hielo de las montañas allá por el 1800, y la que consumían era una preparación sin recetas, hecha en base de hielo y vainilla”. Fueron las familias de la alta sociedad quienes tuvieron las primeras máquinas hogareñas de hacer helado, pero también se comercializaba de manera ambulante en las calles, hasta que fue prohibida su venta por un tiempo determinado, dada la falta de higiene de los contenedores en donde se servían.
Rosario – Italia: gelato fatto in casa
En nuestra ciudad, el helado llega de la mano del fundador de la Heladería Catania, José Capitano. Una historia llena de cambios y movimiento que a pesar de ello se ha mantenido intacta hasta hoy día. Actualmente, sus dueños son los descendientes directos de su fundador de origen siciliano. Ellos mantienen viva la llama de la magia, la calidad y el sabor de esta heladería emblemática de nuestra ciudad ubicada en pleno barrio Echesortu.
Viajar de Rosario a Italia está a una bochita de distancia si de gelato se trata. Nuestra ciudad cuenta con una amplia oferta en el mercado para elegir. La calidad, la creatividad y la historia son algunos de los condimentos esenciales a la hora de ofrecer tan variada propuesta. En la Capital del Helado Artesanal, no sabemos distinguir las estaciones si el antojo de un heladito nos llama a la puerta. Al contrario, le hacemos el honor y lo tomamos con mucho gusto.
¡Qué buena nota! Amo el helado. ¿Ustedes?