Castagnino, en la ciudad de Rosario, es sinónimo de arte. A simple vista, se trata del nombre de uno de los museos más importantes de la ciudad. Pero si vemos con detenimiento, su legado es mucho más amplio. Una familia de inmigrantes italianos, que formó y forma parte de la historia local.
Los primeros Castagnino
El primer Castagnino en llegar a la Villa del Rosario, fue Juan, proveniente de Lavagna (Liguria), en 1842. Se dedicó al comercio, junto a su socio Juan Ravena. En 1849 se casó con Angela Repetto y tuvieron cinco hijos. En 1853 nació José. Emprendedor y tenaz, fue director de “Pinasco y Castagnino” y posteriormente, fundó “Castagnino y cía” junto a su hermano. Se dedicaron al comercio y a la ganadería, fue socio fundador de la Sociedad Rural de Rosario y presidente de la misma. También se desempeñó como concejal en la ciudad y fue Presidente del Hospital Italiano de Rosario. Se casó con Rosa Tiscornia y tuvieron 11 hijos, entre ellos, Juan Bautista, quien fuera protector de artistas y gran coleccionista de arte. Su legado es amplio y en diversos rubros. Por un lado, participó activamente en la vida política y social de la ciudad. Por otro lado, su actividad comercial lo vinculó a otros grandes emprendedores y asociaciones como la Bolsa de Comercio, pero su legado arquitectónico aún forma parte del paisaje urbano de la ciudad.
El legado arquitectónico
El Palacio Santa Inés era la residencia de la familia Castagnino, está ubicado en la esquina de San Juan y Maipú. PhotoCredit: Wikimedia Commons
En 1896, José Castagnino convocó a un arquitecto italiano para que realizara su residencia. Italo Meliga, fue el elegido para ejecutar la obra. Un conjunto formado por dos plantas, la inferior, correspondiente a locales comerciales y la superior a viviendas. Este tipo de construcción, se repitió en la ciudad a lo largo de los años. De una gran riqueza decorativa, la entrada principal se pierde entre la fachada. Allí, en la planta baja, funcionó “Castagnino y cía”. Mientras que en la planta alta, en la esquina, se emplazo la vivienda principal, perteneciente a José y su esposa Rosa. El resto de las viviendas, serían alquiladas para generar una renta. El interior del palacio, se destaca por las pinturas, los ornamentos, mármoles y vitrales. Las pinturas, obras de otro italiano, Salvador Zaino, quien se hiciera cargo del cielorraso del Teatro El Círculo.
El legado artístico
El hijo mayor de José y Rosa, fue Juan Bautista, nacido en 1884. Heredó de su padre la destreza para los negocios, su enfoque fue en las bellas artes. Fue un gran mecenas, protector de Fernando Fader, compró su primer obra en su exposición en Buenos Aires para “salvarlo” de la indiferencia del público de la ciudad. Asesoró a Odilo Estevez en la adquisición de varias piezas, hoy parte de la colección del Museo de Arte Decorativo que lleva su nombre.
Interior Museo de Bellas Artes “Juan B. Castagnino”. PhotoCredit: sitio web oficial del Museo
Juan Bautista fue además protector de Antonio Berni y Julio Vanzo, dos artistas de gran importancia de la ciudad. En 1925, con sólo 41 años, falleció en la ciudad de Buenos Aires. Su madre, Rosa Tiscornia, dona el edificio del actual Museo Municipal de Bellas Artes “Juan B. Castagnino” inaugurado el 7 de diciembre de 1937. Desde 1977, la familia a través de la Fundación Museo Municipal “Juan B. Castagnino” colabora con la dirección del museo.
