Desde mediados del siglo XIX, la Argentina, comenzó con el proceso de colonización del territorio. Este proceso, tiene un capítulo particular en la provincia de Santa Fe y, en la ciudad de Rosario. Si bien estaba destinado a poblar las zonas rurales, nuestra ciudad fue receptora de la posterior migración interna.
El aluvión inmigratorio
A partir de 1857 y hasta 1920, podemos hablar de aluvión inmigratorio, ya que entraron a la Argentina 5 millones de personas. Era nuestro país, el que solicitaba el ingreso de inmigrantes, difundiendo folletos y ofreciendo facilidades. Entre estas últimas, encontramos dos tipos de iniciativas. Por un lado, el Estado ofrecía tierras a los colonos a precios muy bajos. Por el otro, el Estado vendía las tierras a empresarios que celebraban contratos con los colonos.
Las iniciativas llevadas a cabo por el Estado nacional, fueron una de las causas de la llegada de inmigrantes europeos a nuestro país.
La primer colonia santafesina: Colonia Esperanza
Asado en una estancia – Del libro “L’Argentina degli italiani”, M.C. Giuliani-Balestrino, 1989
Dentro de las iniciativas privadas, podemos encuadrar el nacimiento de Colonia Esperanza. Aaron Castellanos, realizó un contrato con la provincia de Santa Fe para llevar 200 familias europeas en un lapso de dos años. Dichas familias debían ser de, por lo menos, cinco personas, con mayoría de hombres. Por su lado, la colonia, debía entregar a los colonos: un rancho, semillas de algodón, de tabaco, trigo y maíz. Además, de animales y cerca de 30 hectáreas para sembrar. Nada de esto era gratuito, debía ser pagado en un plazo de 2 años o 3 años si la cosecha no era buena. Solamente podían acceder a la propiedad del terreno una vez transcurrido los 5 años y saldada todas las cuentas.
Dadas estas condiciones, se podría creer que los inmigrantes que poblaron la colonia, fueron beneficiados con esta política. Pocos fueron los que se convirtieron dueños de la tierra: malas cosechas, tierras poco fértiles o grandes deudas fueron algunos factores que hicieron que muchos colonos migraran hacia las ciudades. No fue este el único caso, en algunas colonias ni siquiera el 50% de los colonos llegaban a ser propietarios.
Nacen nuevos pueblos en la provincia de Santa Fe
Rancho de una chacra de finales de 1800
Del libro “L’Argentina degli italiani”, M.C. Giuliani-Balestrino, 1989
Si bien los integrantes de las colonias provenían de diversos países, un gran número de ellos eran italianos. En la provincia de Santa Fe, Esperanza, San Jerónimo Norte y San Carlos, fueron inicialmente pobladas por suizos. Debido al asentamiento de los colonos, era necesario proveerles algunos productos y servicios. Es así como se va generando un centro urbano dentro de la colonia. Herreros, carpinteros, almacenes de ramos generales, son algunos de los comercios y profesiones que se instalaron en principio. Posteriormente, fue de gran importancia educar a los hijos de los colonos, se fundaron así las escuelas. Este desarrollo comercial e industrial, junto con el agrícola, transformaron a las colonias en pueblos.
El impacto de la colonización en Rosario
Contrato de venta de Colonia Candelaria – Del libro “L’Argentina degli italiani”, M.C. Giuliani-Balestrino, 1989
También en la zona de Rosario, se fundan dos colonias agrícolas, dividida cada una en chacras de 20 cuadras, durante el gobierno de Nicasio Oroño. Se estableció la entrega de gratuita de áreas para el trabajo agrícola sin intermediarios ni especuladores. Estas tierras las trabajaban familias que venían, por ejemplo, de Italia con sus herramientas y semillas para establecerse en las chacras. Si bien esta idea favoreció el acceso a la tierra por parte de los inmigrantes, caído Oroño, volvieron los viejos criterios de reparto de las tierras. Sin embargo, la ciudad se vio beneficiada por la afluencia de colonos que dejaban la tierra en búsqueda de trabajo y prosperidad.
