El Amargo Obrero es un aperitivo tradicional en la mesa del pueblo argentino. El aperitivo fue creado en la ciudad de Rosario hacia 1887 por ítalo-argentinos que, al llegar a esta tierra, no quisieron perder esta tradicional costumbre de la cultura gastronómica italiana. Es por ello que el Amargo Obrero debe estar presente en la Settimana de la Cucina Italiana nel Mondo, porque lleva el sello y la marca de la italianidad en nuestra tierra desde su origen. En junio del 2017, El Consejo Deliberante lo declara por unanimidad Patrimonio Cultural de la ciudad de Rosario, a raíz de “su origen popular y obrero, además de su vinculación histórica con las costumbres sociales a nivel nacional”.
El Amargo Obrero: sus orígenes
El Amargo Obrero ya se fabricaba hacia el año 1887. Se elaboraba en la fábrica de Pedro Calatroni, quién también fabricaba licores y vodka. Pero fue en 1920 cuando Hércules Tacconi entró a trabajar en la fábrica, y se asoció a Calatroni, lo que le dio el impulso nacional a este tradicional amaro.
Sabor y aromas
El Amargo Obrero es un aperitivo elaborado a base de hierbas aromáticas serranas y del litoral; algunas de ellas son la carqueja, la manzanilla y el muña muña. Tiene una graduación alcohólica del 19%, lo que lo hace menos alcohólico que otras aperitivos populares como el Fernet. En la Argentina, es reconocido como el aperitivo de la clase obrera.
El Amargo Obrero en el recuerdo
El Amargo Obrero automáticamente nos lleva a un recuerdo familiar, al barrio o al lugar de origen. Siempre, en un almuerzo o en una cena, estaba en la mesa. Nos recuerda al padre, al nonno o a algún vecino, en el bar o en el club tomando este aperitivo tradicional de la mesa Argentina. Está caracterizado como una bebida que va de la mano de la lucha de clases. Dice el boca en boca que, a principios del siglo XX, la clase de mayor poder adquisitivo tomaba aperitivos dulces. Y es por ello que sus creadores quisieron hacer una bebida para las clases populares.
El Amargo Obrero: patrimonio de la ciudad
El decreto unánime del Consejo Deliberante de Rosario, de junio del 2017 declara al Amargo Obrero Patrimonio Cultural de la ciudad. El decreto dice que “esta bebida fue una reacción a las bebidas dulces que bebían las clases burguesas”. Y dice también que su creación es una alusión al sindicalismo anarquista, caracterizado por los colores rojo y negro de la etiqueta. “Luego en el tiempo fue adoptado por el peronismo, constituyéndose en un símbolo de ese partido político, que lo identificó como el aperitivo elaborado por y para la clase trabajadora argentina”. Aunque también hay quienes afirman que los colores rojo y negro de su etiqueta refieren a los colores que identifican al Club Atlético Newell’s Old Boys de Rosario.
Circuito gastronómico del aperitivo
El Ente Turístico Rosario (Etur) incluye en los programas y en los circuitos turísticos de la ciudad las diversas manifestaciones gastronómicas que se identifican con la historia de la bebida Amargo Obrero y sus costumbres.
Un trago para hacer en casa
Entre los tragos para hacer en casa, Amargo Obrero recomienda “El Che” que, decorado con una rodaja de limón en el vaso, lleva 50% de Amargo Obrero y 50% de gaseosa Cola. Otra receta es “Pico y Pomelo”, con 50% de Amargo Obrero y 50% de gaseosa Pomelo; decorándolo con rodajas de pomelo. Si me piden un consejo, yo lo recomiendo con rodajas de naranjas. Además, como aperitivo, se puede combinar con distintas bebidas del género y es también base para la preparación de postres.
“El Riel”, bar y bodegón de Pichincha
“El Riel”, bar y bodegón de Pichincha, funciona desde 1915 y es uno de los clásicos lugares donde se puede disfrutar este aperitivo tradicional en sus muchas variantes.
Los propietarios de “El Riel” de Callao y Avenida Rivadavia están comprometidos con la difusión de este aperitivo local. En la carta se pueden encontrar más de 13 preparados, entre ellos “Amargo El Riel” que combina coctails con gaseosa de pomelo, rodaja de manzana verde y romero. “Rosario siempre estuvo cerca” que lleva Amargo Obrero, Bacardí Oro, almíbar de menta, jugo de limón, jugo de pomelo y menta, o “El rosariazo”, con almíbar jugo de limón, slice de pepino y soda.
En la variedad está el gusto
El Amargo Obrero se combina con los aperitivos tradicionales, también con cítricos en sus amplias variedades. Le va bien agregarle hierbas frescas como el laurel, menta o romero. También con bebidas de alta graduación alcohólica como la ginebra, la Hesperidina o la Ferroquina. Como en todo aperitivo, hay múltiples combinaciones y mezclas y se puede maridar con todo tipo de carnes, embutidos y quesos. Para finalizar, como dice el viejo dicho, “en la variedad está el gusto”.
Autor imagen de portada: Alejandro Mensi
