Proveniente de familia italiana, Antonio Berni nació en Rosario, el 14 de mayo de 1905. Su padre, Napoleón Berni, un sastre nacido en Italia, formó parte del grupo de inmigrantes europeos que se instalaron en la ciudad durante esos años. Margarita Picco, su madre, era hija de inmigrantes italianos que se habían radicado en un pueblo, a 30 km. de Rosario. Este mes, conmemoramos el 38° aniversario del fallecimiento de un gran artista rosarino reconocido en todo el mundo.
Antonio Berni: un genio de renombre internacional
Las cualidades artísticas que poseía Berni lo destacaron en el ámbito local y fue ganando de forma muy rápida un gran prestigio. Tal fue así, que el gobierno de la provincia de Santa Fe y el Jockey Club de Rosario lo becaron para ir a Europa en un viaje de estudios de perfeccionamiento. Considerado por la crítica como uno de los padres del arte moderno en nuestro país, Berni se convirtió con el tiempo en uno de los artistas argentinos más importantes del siglo XX.
Los inicios de Antonio Berni
Empezó trabajando como aprendiz en el taller de vitrales de Salvador Buxadera y dibujo y pintura en el Centre Catalá. En su viaje a Europa, estudió con André Lhote y Otón Friesz. Recorrió España y París, y es en esta última que se relacionó con los artistas argentinos que allí se encontraban conocidos como “el grupo de París”. En 1930, al regresar a la Argentina, Antonio Berni se instaló junto a su mujer francesa y su hija en la ciudad de Rosario. En 1931, adhirió al Partido Comunista. Contemporáneamente, se encargó de difundir las nuevas tendencias: el Cubismo, el Surrealismo y el Dadaísmo. Junto con otros artistas, fundó en 1934 la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas de Rosario, donde dirigió la escuela-taller.
La problemática social, clave en las obras de Antonio Berni
En 1934, Antonio Berni decidió comenzar a mostrar la problemática social de la década del 30 a través de sus obras, volcándose hacia un realismo crítico, que él llamó “el nuevo realismo”. A modo de ejemplo, podemos citar obras como “Desocupados” y “Manifestación”. El artista también se encargó de reflejar otras cuestiones de la vida cotidiana, como por ejemplo en el cuadro “Primeros pasos”, de 1936. Esta obra recibió el Premio del Salón Nacional de Artes Plásticas de 1940 y es parte de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes.
Las obras de Berni de esta época se comprometen con la miseria social y la denuncia de injusticia. Hablamos de pinturas realistas de alto tono crítico. Con sus obras, el pintor dio voz a los humildes, a los marginados; y experimentó con diferentes técnicas, soportes y materiales que correspondían a corrientes y tendencias artísticas diversas.
Berni y sus personajes
Respondiendo a su vocación narrativa y crítica, Antonio Berni desarrolló una saga de dos personajes muy característicos: Juanito Laguna, un niño de villa miseria, y Ramona Montiel, una prostituta. Es este también el momento en el que comenzó a experimentar con la técnica del grabado. Trabajó asimismo en una serie de monstruos construidos con materiales de descarte. Muchas veces, Berni eligió contar la historia de sus personajes con los desechos de esa sociedad que terminaba por excluirlos. Como ejemplo, podemos citar “La gran tentación” o “La gran ilusión”, de 1962. En los años 70, Berni hizo uso de elementos provenientes del realismo fotográfico. En 1979, fue nombrado miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes. Falleció poco tiempo después, en Buenos Aires, a los 76 años.
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