En el día de ayer se cumplieron 158 años de la creación del escudo propio de la Ciudad de Rosario. Este emblema que nos identifica posee variados símbolos con diversos e interesantes significados. En esta nota, te contamos su historia y qué representa su simbología.
Un 4 de mayo de 1862
Si bien Rosario fue reconocida como ciudad en 1852, fue recién 10 años después, el 4 de mayo, cuando se dictó la ordenanza que adoptaba el escudo propuesto por el concejal Eudoro Carrasco, autor de los Anales de la Ciudad. ¿Qué quiso plasmar el concejal en el emblema? Su intención era mostrar las características geográficas y económicas de la ciudad. Como así también reflejar que Rosario fue la cuna de la Bandera Nacional. Sin embargo, el escudo original derivó en múltiples interpretaciones a través de los años.
Por lo tanto, se volvió necesaria una ordenanza que fijara los detalles de su diseño. En 1939, la provincia de Santa Fe autorizó por ley a los municipios a adoptar y usar sus escudos. Finalmente, en 1964 se sancionó la ordenanza n°1737 a la cual se adjuntaba un croquis pintado por el artista rosarino Julio Vanzo. Éste se basaba en un boceto elaborado, en 1957, por el arquitecto Ángel Guido, diseñador también del Monumento a la Bandera y del edificio del correo.
La simbología del Escudo
En primer lugar, podemos ver que el Escudo de la Ciudad de Rosario tiene forma ovalada, de eje vertical, tal como es tradición de nuestro país. Este óvalo está rodeado por dos ramas, una de laurel y otra de olivos, que se unen en la parte inferior con un lazo celeste y blanco. Podemos decir que simbolizan el progreso, la paz y la nacionalidad. Asimismo, el escudo está dividido en dos partes por una línea horizontal. Por un lado, el campo superior sólo es ocupado por el sol incaico naciente, sus 16 rayos y por un brazo que sujeta la Bandera Nacional. Por otro lado, la parte inferior presenta múltiples y variados símbolos. En primer lugar, observamos a la izquierda una isla perfectamente definida y otras dos de menor tamaño.
PhotoCredit: Municipalidad de Rosario
Además, en el centro se encuentra el río Paraná. Lo atraviesan un barco a vela y otro a vapor. Sobre la costa notamos un ancla. Todos estos símbolos identifican a Rosario como un puerto fluvial y referente del comercio marítimo. Asimismo, en la barranca se observa una rama de trigo y otra de maíz; una hoz y un arado. Estos emblemas de la industria agrícola aluden al perfil socioeconómico de la zona en que está enclavada la ciudad. Por otro lado, vemos una torre o bastión con cañones que simboliza la Libertad. De ella, se extiende el brazo del General Manuel Belgrano, que sostiene la Bandera Nacional inclinada hacia el centro del escudo. Debemos aclarar que, en el boceto presentado en la ordenanza n°1737, se especifican no sólo qué elementos forman al escudo sino también los colores que lo ilustran.
158 años después: un mismo escudo, los mismos ideales
Desde la primera vez en que se pensó crear un emblema que identifique a la Ciudad de Rosario y la actualidad, han pasado 158 años. Tal como observamos en esta breve historia que hemos narrado, nuestro escudo tuvo diversas interpretaciones a lo largo tiempo. Sin embargo, sus símbolos fueron, desde el primer momento, los mismos. Hoy, al leer el significado de cada uno de los elementos que lo decoran, no podemos dejar de pensar que la elección no podría haber sido mejor. La forma ovalada del escudo, los colores, los laureles que lo decoran, el sol naciente nos hermanan con el resto de los argentinos.
Además, la línea divisoria horizontal y el lazo de color celeste y blanco nos une con la Provincia de Santa Fé. Pero también tenemos símbolos propios, que sólo nos identifican a nosotros. Nada más y nada menos que el brazo erguido del General Manuel Belgrano, creador de la Bandera Nacional que nació en nuestra Ciudad. Hoy miramos el escudo como si fuera un espejo en el cual nos reflejamos. En él vemos nuestros ideales que siguen latiendo y que nos siguen gritando ¡Fuerza, Rosario!