Cuando finalizaba el siglo XIX, iba a volver a Rosario uno de los entretenimientos de interés general que décadas antes tuvo su tentativa de permanencia en la ciudad: las corridas de toros.
Corridas de toros en Rosario: su aparición
El toreo como espectáculo en Rosario tuvo sus primeras apariciones en 1855, cuando en conmemoración de la Virgen del Rosario, en la Plaza López (que ostentaba las condiciones necesarias para realizarlo), se efectuaron corridas de toros.
Corridas de toros en Rosario: primeros reclamos
Para febrero de 1872, se autorizó la erección de una plaza de toros, en forma muy precaria, en la Plaza de las Carretas, hoy Plaza San Martín, y en la que se llevarían a cabo corridas y novilladas.
Protectora en acción
Sin embargo, esto duró poco. En 1874, la Sociedad Protectora de Animales con una firme postura logró la prohibición de las lidias e impidió la continuidad de la plaza taurina.
Casi diez años después, en 1882, el sólo anuncio de la posibilidad de reinicio de las corridas de toros en Rosario movilizó otra vez a los proteccionistas, pero a un nivel de mucha mayor notoriedad, a punto tal de que intervinieron en las protestas ante las autoridades rosarinas el general Bartolomé Mitre y, en especial, Domingo Faustino Sarmiento, quien por entonces era presidente de la Sociedad Protectora de Animales de Buenos Aires.
Corrida de toros en Rosario: Sarmiento impidiéndolas
Fue tal la magnitud del reclamo que, en 1883, Sarmiento armó la valija y vino a Rosario a impedir por su propia cuenta que las corridas se realizaran. Convocó a una asamblea en el Teatro Olimpo, que estaba ubicado en Mitre y Urquiza, donde – con efervescencia – afirmó: “No habrá más fiestas taurinas. Yo lo impediré, aquí y fuera de aquí”.
Corridas efímeras
Así, las corridas quedaron en la nada. Al menos por varios años más. Ya que en 1899 y sin que las quejas alcanzaran la representatividad anterior, se autorizó al empresario Pedro A. Ríos a construir una plaza de toros, con la condición de abonar a la Municipalidad un canon del 10% de los ingresos.
Ríos levantó lo que llamaría “Coliseo Taurino” en la esquina noreste de Córdoba y Dorrego, frente a la Plaza San Martín. El lugar tenía una capacidad de 6000 espectadores, aunque las noticias periodísticas de su inauguración, el 12 de noviembre de 1899, mencionaban que la concurrencia ese día era casi el doble.
Una atracción que duró poco
Lo cierto es que aquel Coliseo Taurino vino a movilizar tanto a los españoles como al resto de la ciudad, y en los primeros tiempos de activo funcionamiento la plaza era colmada totalmente.
El fin de las corridas
De todas formas, el interés rosarino por la lidia taurina fue efímero y ya en 1902 la misma era casi un recuerdo. Frente al rechazo social a estos actos y al desinterés, las corridas de toros fueron desapareciendo hasta ser sólo un recuerdo de aquella Rosario.
Fuente: Rosario del 900 a la década infame. Tomo III – Rafael Ielpi. Autor imagen de portada: Facebook Rosario Por Conocer.
¡Cuántas curiosidades tiene Rosario! 😮
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