Hoy Coronavirus casi se transformó en una mala palabra, mejor no nombrarla. Pero como con todas las enfermedades, no debemos tenerle miedo, sino conocer todas sus características para prevenir y diagnosticar a tiempo. No debemos preocuparnos, sino ocuparnos entre todos. El más mínimo recaudo ya es una ayuda para ganarle un casillero al virus y que éste no se propague.
¿Qué es el Coronavirus?
Antes de conocer los medios de prevención, debemos saber brevemente qué es. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones. Estas van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves. En el caso del virus que está afectando actualmente a China y a gran parte de Europa – y, especialmente, a Italia – es un nueva cepa que no se había encontrado, anteriormente, en humanos. Se trata del 2019-nCoV. El coronavirus es un virus respiratorio. Es decir, se transmite específicamente al toser o estornudar o por medio de secreciones nasales. Por lo tanto, la principal vía de transmisión es a través del contacto directo con una persona infectada.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas de la infección del Coronavirus son: fiebre, tos y dificultad para respirar. Tales signos pueden aparecer de 2 a 14 días luego del contagio. Al igual que sucede con otros virus, los niños, ancianos y aquellos que hayan tenido problemas de salud significativos están un poco más propensos a contagiarse. En caso de poseer alguno de estos síntomas, debemos cancelar cualquier actividad inminente y, claro está, los viajes programados. Es importante no automedicarse y asistir al médico. La provincia de Santa Fe posee dos hospitales preparados para tales casos: el Hospital Granaderos a Caballo y el Hospital Escuela Eva Perón.
Coronavirus: ¿cómo prevenimos?
En primer lugar, es fundamental los controles médicos frecuentes para evitar cualquier tipo de contagio. Una pregunta casi obligatoria es por el uso de las mascarillas. ¿Debemos usarlas en todo momento? La OMS responde que es aconsejable su uso sólo en caso de presentar síntomas respiratorios como tos o estornudos o aquellas personas que sospechen estar infectadas con el virus. Es decir, la OMS recomienda un “uso racional de las mascarillas”. Más allá de su utilización, debemos implementar todas las medidas necesarias para evitar cualquier contagio. Entre las más importantes se encuentra el lavado frecuente de manos con agua y jabón. En el caso de encontrarnos en la calle, tengamos siempre alcohol en gel en la mochila.
Asimismo, debemos taparnos la boca y nariz, al estornudar y toser, con el codo flexionado o con un pañuelo descartable. Es recomendable, también, no tocarse la boca, los ojos o la nariz sin antes haberse lavado las manos. Además, más allá de que suene antipático, debemos mantener un distanciamiento social, especialmente con aquellas personas que estornuden, tosan o tengan fiebre. Dicha medida toma magnitud en espacios multitudinarios, como aeropuertos. Por último, entre las sugerencias propuestas por la Organización Mundial de la Salud, se aconseja evitar el contacto con animales y el consumo de carnes crudas y poco cocidas. Tal como observamos, la higiene de manos y alimentos es vital en todo momento.
Que sea una nueva enfermedad supone que aún no se posea un tratamiento concreto. Sin embargo, la causa no está perdida. Queda claro que la paranoia no conduce a nada. Hoy la solución es la prevención.
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