Cada 31 de enero, se celebra a nivel mundial el Día del Mago. Esta jornada se eligió en honor a Don Bosco, que falleció un 31 de enero de 1888. En dicha fecha, se reivindica y recuerda la importancia de la profesión de estos artistas. Por lo tanto, en la nota de hoy, charlamos con Axel Goldberg, un joven mago rosarino de 24 años, que nos cuenta sobre sus inicios en la magia y de qué modo desarrolla su talento en la actualidad. ¡Acompañanos en esta mágica entrevista!
San Juan Bosco, con la magia hacia la santidad
Un 31 de enero de 1888 fallecía, en Turín (Italia), Giovanni Melchiorre Bosco, mejor conocido como Don Bosco. Tan solo 46 años después de su muerte, en abril de 1934, era canonizado por el Papa Pío XI. Fue un escritor, sacerdote y educador italiano del siglo XIX. Tal vez, nos suena su nombre porque fue el fundador de la Congregación Salesiana, de la Asociación de María Auxiliadora y del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Pero, en el día de hoy, lo recordamos porque, gracias a él, cada 31 de enero se celebra mundialmente el Día del Mago. Y la pregunta que surge frente a estos datos es obvia: Magia e Iglesia, ¿es posible?
Queda claro que no es una relación imposible. Durante su infancia, el joven Giovanni Bosco aprendió trucos de magia como una forma de entretenimiento. Luego, cuando comenzó con los estudios sacerdotales, predicaba la palabra de Dios a través de los juegos mágicos. Mediante la magia del asombro, acercaba a niños y jóvenes a la Iglesia. La fecha fue elegida en un Congreso de Magos e Ilusionistas desarrollado en mayo de 1953, en Segovia (España). Allí, los mismos concurrentes designaron a Don Bosco como su modelo, patrono y protector. De esta forma, a partir de ese momento, cada 31 de enero recordamos al Santo y a sus protegidos.
La historia de Axel, un joven mago de Rosario
Axel Goldberg tiene 24 años, es rosarino y Mago-Ilusionista. Al igual que muchos de nosotros cuando éramos chicos, a Axel le regalaron una caja de trucos de magia. Fue amor (o magia) a primera vista, una llama se prendió en él. Además, siempre le llamó la atención la llegada del mago a un cumpleaños, “estaba atento a todo lo que hacía y muy entusiasmado esperando el show en la primera fila”. Por eso, cuando tuvo la oportunidad de recibir clases, no lo pensó dos veces.
“Comencé estudiando con un profesor con quien aprendí los conceptos básicos de la magia. Con el tiempo, empecé a relacionarme con otros magos de la ciudad. Luego de algunos años, descubrí la P.E.M.A.R (Peña Mágica Rosarina), una Institución fundada en 1970. Su objetivo es estudiar, difundir y enaltecer el arte mágico, de la cual hoy en día formo parte. Es un canal permanente de contacto con colegas donde surgen muchas cosas lindas entorno a este arte”.
La elección de la profesión: “creo que fue la magia quien me eligió a mí”
“No fue una decisión la de convertirme en mago o empezar a estudiar. Yo creo que fue la magia quien me eligió a mí. Todo fue un proceso natural que comenzó con un despertar interno en mi infancia con aquella caja de magia. Luego, siguió creciendo mi interés y entusiasmo. Después de un tiempo, me encontré – tal vez sin siquiera buscarlo – tomando clases y descubriendo cosas nuevas día a día. Es todo un camino por el que la vida me fue guiando y yo disfruté con cada paso que avanzaba”, describe Axel.
¿De qué modo impactó la actual pandemia en tu profesión?
“Si bien la pandemia afectó a todas las profesiones y rubros en algún punto, en el caso de la magia fue un gran golpe. De un día al otro, se cancelaron muchos eventos. Todo empezó a cerrarse y, poco a poco, comenzaron las prohibiciones y el distanciamiento. Con la cuarentena, nos vimos en una situación muy difícil ya que nosotros, los artistas, trabajamos justamente con el contacto permanente con el público en diversos lugares como hogares, teatros y salas”. Y la virtualidad fue otro gran desafío para Axel y para todos aquellos que se dedican a este arte. “De alguna manera, pude adaptarme y seguir trabajando virtualmente. Al día de hoy, hice algunas presentaciones virtuales y videos grabados para los eventos que me solicitaron. Si bien es necesario poder adecuarse y buscar alternativas, claramente no me siento cómodo brindando mi show de esta manera”.
“No logro aún realizar la presentación de la forma que yo quiero. No digo que no se pueda, sino que necesitamos de una interacción y dinamismo que, por el momento, solo se logra con la presencialidad. De todos modos, esta situación de la pandemia nos forzó a hacerlo y todos estamos aprendiendo”. Sin embargo, no todo fue negativo. Hoy, luego de unos cuantos meses de cuarentena, Axel rescata algunos aspectos positivos. Como un gran mago, pudo encender la chispa de luz en medio de la oscuridad. “Pude aprovechar el tiempo para seguir practicando, estudiando y creando nuevos trucos. Quiero estar listo y renovado para cuando todo esto termine y podamos volver al escenario. Parece que esta posibilidad cada vez está más cerca”.
Finalmente, ¿qué significa para vos ser mago?
“Para mí, ser mago es tener un gran poder. Un poder capaz de cambiar un estado de ánimo, de fabricar sonrisas y de hacer reír a alguien que está triste. Ser mago es devolverle la ilusión a aquel que la perdió, ver el asombro en la cara de la gente. Creo que ahí está la verdadera magia. Cuando uno es testigo de todo esto es una sensación que te llena de alegría. La magia transmite un mensaje esperanzador y alegre a la gente”. Y añade: “la magia me acompaña desde muy chico y está presente todo el tiempo en mi vida en cada cosa que hago o veo. La magia es expresión, comunicación, ilusión y esperanza. Todo junto. La vida misma está cargada de ella solo que no todos la vemos”.
“A veces, es necesario mirar al mundo con los ojos de un niño, para darse cuenta de todas las maravillas que nos rodean”. Por lo tanto, tal como sugiere Axel, los invitamos a entrar en contacto nuevamente con la magia y su mundo. No perdamos esa esperanza que nos hace ver a través de la mirada de los niños. Hoy, más que nunca en cuarentena, apoyemos a estos artistas, disfrutemos de su arte y compartamos la ilusión que la magia transmite.
