La empresa santafesina “Basso” es la encargada de fabricar las válvulas que llevan los motores de los autos Ferrari desde hace casi 20 años.
Ferrari, italiana pero con impronta argentina
Si pensamos en los brillantes autos rojos de la marca Ferrari, difícilmente nos imaginemos que dentro de ellos hay mano de obra argentina, y más específicamente, santafesina. Y es que la empresa Basso, ubicada en Rafaela, es la encargada de fabricar las válvulas de los motores Ferrari. Las válvulas son las que permiten regular la entrada y salida de líquidos y gases en la cámara de combustión del motor, y por ende, son una parte elemental de éste.
Basso, la empresa santafesina que provee a marcas internacionales
Basso tiene sus orígenes en el año 1963, cuando Basso, Beninca y Bottero se asocian para dedicarse a la fabricación de válvulas para motores a explosión. La fábrica cuenta con más de 500 empleados, y se encuentra ubicada en Rafaela. Dicha ciudad es reconocida por su agricultura, ganadería e industria, acogiendo a una serie de establecimientos metalúrgicos, frigoríficos y empresas lácteas. Todo esto se halla influenciado por el gran número de inmigrantes piamonteses que se asentaron en esta zona del país, trayendo sus conocimientos en diversas áreas de trabajo.
Basso se encuentra hoy a cargo de José Luis y Juan Carlos, hijos de Juan Florentino Basso, uno de los fundadores. La relación entre Basso y Ferrari se dio por Martín, hijo de José Luis, quien viajó como corredor de autos a Italia en 2001. Allí, y luego de superar muchos testeos de calidad, logró el contrato con la automotriz en 2002. Hoy el 90 por ciento de los autos Ferrari llevan las válvulas fabricadas en Rafaela. Pero la marca del Cavallino Rampante no es la única a la que abastece, ya que entre sus clientes se encuentran McLaren, Kawasaki, Harley Davidson, John Deere y Polaris.
Maranello: un sueño para los amantes de Ferrari
La compañía de autos creada por Enzo Ferrari tiene su fábrica en la ciudad de Maranello, provincia de Módena, desde 1942. La fábrica es una mini-ciudad, con más de 250 mil metros cuadrados y alrededor de 3.000 empleados. Las calles que desembocan en la vía principal tienen nombres de pilotos que han salido campeones del mundo con la Scuderia, como Lauda, Fangi, Raikkonen, y el cinco veces campeón Michael Schumacher, que hasta tiene una plaza con su nombre. Pero son solo unos pocos los que pueden acceder a la fábrica: empleados y clientes, ya que no está abierta al público. Los clientes acuden allí para que junto con un diseñador, puedan elegir cómo quieren su Ferrari. Eso sí: debe seguir los lineamientos de la marca.
Además de la fábrica, en Maranello se halla el Museo Ferrari, donde se exhiben modelos de autos históricos, motores de autos deportivos y de competición, trofeos, copas y cascos de pilotos de Fórmula 1. También se puede realizar una visita virtual de la fábrica, la Cittadella Ferrari.
Genial la nota 🙂